domingo, 19 de julio de 2009

Las luces y las sombras del (posible) fichaje de Ibrahimovic


Sí, Ibrahimovic es un jugador absolutamente espectacular, posiblemente el delantero centro más completo del mundo. Más que Eto’o y más que Villa. Un jugador de 1,92 pero con la habilidad, agilidad, técnica y movilidad propias de un jugador mucho más pequeño. El sueco es la elegancia personificada. Tras cuatro temporadas en Holanda y cinco en Italia se ha ganado sobradamente que le rebauticen como “Ibracadabra”. Su repertorio de goles sorprende por la variedad: de tacón, de espuela, de vaselina, en jugada individual, de volea, de fuera del área, de falta, de estar donde tiene que estar y de todos los colores. Sin embargo Zlatan, a pesar de ser uno de los mejores delanteros centros del mundo, no es un hombre de área. El todavía interista es un jugador que vive de mucho más que del gol. Es uno de esos jugadores que, además de jugar bien, hacen jugar bien a los que le rodean. No será un finalizador como son Eto’o y Villa, sino que es una fuente de creación de juego que, además, ha marcado la nada desestimable cifra de 80 goles en sus 156 partidos en una liga tan complicada como la italiana. Letal de cara a gol, efectivo de cabeza, gran tirador de faltas, dominador del juego de espaldas a portería y grandísimo pasador, es de los pocos jugadores que pueden mejorar la faceta ofensiva del Barça. Villa podía aportar al Barça algo muy parecido a lo que aportaba Eto’o, similar a lo que Henry o incluso Bojan pueden aportar jugando en el eje del ataque, pero Zlatan es un perfil de delantero diferente a lo que el Barça tenía hasta ahora. De concretarse el fichaje, ofrecería a Guardiola unas variantes tácticas que hasta ahora no tenía y que ya reclamó el verano pasado al pedir el fichaje de Adebayor, que acaba de firmar por el Manchester City (que a lo tonto tiene una de las delanteras más interesantes de la Premier, con el togolés, con el ‘apache’ Tévez y con Robinho).

Samuel Eto’o ha ofrecido goles a mansalva y un trabajo defensivo que difícilmente podrá igualar el sueco. Zlatan viene a ofrecer algo distinto. Seguramente no llegará a los 35 goles que el camerunés puede aportar en una buena temporada –la mejor cifra goleadora de Ibra ha sido 29 goles en esta última temporada, si bien es verdad que en España resulta mucho más fácil marcar que en Italia-, sin embargo es un jugador que podría lograr que Messi superase los casi 40 goles que ha marcado este año o que Henry alcance los 35 goles que podía alcanzar en etapa en el Arsenal. Comparado con Samuel, a Ibra le falta algo de gol (aspecto que en España podría igualarse) y actitud defensiva, pero gana en movilidad, inteligencia táctica y juego de espaldas. Además Ibra llega al Barça con la motivación de ganar la Champions y luchar por el Balón de Oro, dos premios de los que, hasta ahora, se ha quedado lejos.

Dicho esto, la cantidad de 45 millones más Eto’o y la cesión de Hleb (pagando el Barça la ficha) es una cantidad casi tan desorbitada como las pagadas por Kaka y Cristiano Ronaldo que el Presidentísimo Laporta calificó de imperialistas. Cierto es que el hecho que a Eto’o le quede un año de contrato hace que su tasación baje y no llegue a los 35 millones en los que algunos medios lo valoran, pero el Manchester City había ofrecido 25. Si este es el valor de Eto’o en el mercado, sumados a los 7,5 millones que cobra Hleb, la operación ascendería a la humilde cantidad de 77,5 millones de euros. El segundo fichaje más caro de la historia del fútbol después de CR9. Aunque se venderá la moto (una superbike en este caso) de que el sueco habría costado sólo 45 millones no es así. La ficha de Hleb también cuenta y el propio Eto’o tiene un valor, y mucho. Si no lo tiene, que no se vuelva a pagar nunca dinero por un jugador. ¡Al loro! 77,5 millones. Calderilla oye. Sólo espero que, si Ibrahimovic llega a presentarse como jugador azulgrana, Laporta no diga que se podrá recuperar la inversión con la venta de camisetas en sólo un año. La realidad más bien será que el Barça podrá costear la inversión con el ‘pelotazo culé’ repitiendo la jugada florentiniana que tanto se criticó en su día.

Además, en las últimas semanas la relación entre el camerunés y el club se había envenenado peligrosamente y se había evidenciado que después de todo lo que se habían dicho unos a otros, Samuel no podía volver a jugar con la camiseta del Barça, todo porque el club, en la persona de Txiqui Beguiristain (que viendo su trabajo, parece un milagro que el Barça haya ganado tres ligas y dos Champions) no supo gestionar el carácter de Eto’o y ha acabado por poner la política de fichajes del Barça en manos de un Eto’o que está enfadado con razón con la entidad azulgrana.

Y ese ha sido el gran fracaso de la dirección técnica. Antes de irse de vacaciones, Guardiola pidió tres cosas: 1) Ribéry. 2) Que Eto’o no siguiera en la plantilla y que fuera sustituido, por orden de preferencia, por Ibrahimovic, Villa, Benzema o Forlán. Y 3) que se ampliara la plantilla. Ribéry, para muchos la pieza clave que convertiría el Barça en un equipo difícilmente mejorable, parece que no llegará. Es algo que puede pasar, estos fichajes no siempre se pueden llegar a concretar aunque te llames Florentino Pérez. Pero es que a sólo un día del retorno al trabajo del equipo Eto’o sigue con contrato en el Barça y la plantilla es tan corta como la del año pasado, ya que el único fichaje, Maxwell, ha sido para cubrir la marcha de Sylvinho. No sólo eso, sino que Eto’o tiene en su mano que el que debería ser el gran fichaje culé se realice o no, y si hay un jugador capaz de decir que no al Inter sólo por el orgullo de que no sea el Barça quien decida su destino es Eto’o. Ya rechazó la millonaria oferta del City y no resultaría extraño que también rechazara la del Inter, por mucho que el los Nerazzurri puedan cumplir con sus aspiraciones económicas y futbolísticas, y más ahora que se rumorea que el Chelsea podría haberle hecho una oferta. Es inaceptable que un club como el Barça llegue a estar cogido por los huevos (perdón por la expresión, pero no hay ninguna otra en el lenguaje español que describa tan bien la situación) por un jugador, sea quien sea. Si se llega a hablar de dimisiones, no parecería exagerado, aunque tal y como se dirige el club sí sería sorprendente.

La ineptitud de Txiki para gestionar la salida de Eto’o podría hacer buena la exageradísima, inmoral que dirían algunos, cantidad pagada por Zlatan, ya que además de traer a la primera opción de Guardiola para la posición de ‘9’ y solucionaría el marrón en el que se ha convertido la salida de Eto’o, que por los servicios prestados en el campo (108 goles, tres Ligas, una Copa del Rey y dos Champions. Por 25 pesetas, jugadores del Barça que puedan decir lo mismo: ninguno) merecería salir por la puerta grande con un homenaje en el próximo Gamper, pero vista la situación y teniendo en cuenta que ni Ronaldinho ni Deco pudieron despedirse de la afición, se hace difícil de creer una quimera así.

Fútbolisticamente hablando, el fichaje de Ibrahimovic es, a priori, un gran movimiento por parte del Barça, sin embargo el coste desorbitado del fichaje y la situación Eto’o lo empañan. Es una pena que la extraordinaria plantilla y el excepcional entrenador que han logrado el triplete (sí, repitámoslo, que nadie se olvide. Triplete.TRI-PLE-TE. ) no se complete con una secretaría técnica eficaz que hiciera su trabajo cuando toca y bien, no tarde y a medias, que no se dejara atropellar por el más que previsible Huracán Florentino, y por un presidente discreto, que no se convirtiera en Mr Hyde cada vez que ve un micrófono para luego tener que comerse sus palabras.

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