viernes, 4 de septiembre de 2009

El cambio según occidente

Es especialmente llamativo el titular que El País muestra hoy en portada: “Los ultraconservadores toman el poder en Irán”. A pesar de que el Diccionario de la Real Academia ofrece 39 acepciones para el verbo tomar, por lo general se usa para indicar que alguien se hace con algo que antes no tenía. Y sin embargo la situación en Irán viene a ser la misma que hace cuatro meses, a pesar de que desde occidente tengamos la sensación de que algo ha cambiado después de un intenso bombardeo de imágenes de las protestas que han tenido lugar en Teherán.

Hace unos meses uno de los blogs de El Mundo publicaba una entrevista a Kam Zarrabi, escritor iraní afincado en EEUU y director general del Ministerio de Economía iraní en la época del Sha. Zarrabi expuso crudamente la realidad de su país: “Sólo mirando las imagines de los canales occidentales podemos advertir una gran multitud de manifestantes enfadados que portan pancartas escritas tanto en farsi como en inglés. La mayoría de la juventud urbana, los estudiantes, académicos y la elite de la nación, (en definitiva) la burguesía que está descontenta con un gobierno basado en la religión ha exigido reformas 'democráticas' desde hace mucho tiempo. Aquí tenemos un problema del que no se está hablando. Que la nación (iraní) está compuesta de algo más que la elite urbana. La gran mayoría, los trabajadores de las aldeas, el herrero y el taxista, no están participando en esas manifestaciones. ¡Ninguno de ellos sabe inglés! Ellos también votaron y sus votos superaron claramente a los de la oposición. Para la mayoría silenciosa no existe problema alguno con el código de vestimenta y otras restricciones a las que sí se opone la burguesía”.

Y sin embargo eso no ha llegado a occidente. Sólo vimos una masa de gente con prendas verdes protestando contra Ahmadineyad, al que ya habíamos visto antes en el papel de malo. Eso sí, era malo porque quiere hacer bombas atómicas, no por tener a oprimida bajo su bota a una parte de la población iraní con el beneplácito y bajo la supervisión del Guía Supremo Ali Jamenei. Si las elecciones fueron realmente amañadas o no, nunca lo sabremos. La Ley Electoral iraní es poco más que un chiste que facilita los pucherazos casi tanto como dificulta su demostración. Por ejemplo, en Irán una persona puede votar allá donde le plazca, lo que significa que en un distrito puede haber más votos que personas censadas. Esto, que en cualquier democracia con cara y ojos haría saltar todas las alarmas en Irán no es más que un pequeño indicio que no prueba nada, tristemente.

Además, por alguna razón “sin identificar” se ha generado la idea de que el señor Husein Musavi es el gran salvador de Irán, casi un demócrata llamado a derrocar la República Islamista que él mismo ayudó a instaurar. Sin embargo cuando él fue Primer Ministro en los años ochenta no se cortó un pelo a la hora de reprimir a la oposición con diligente dureza, algo por lo que nunca ha pedido disculpas.

Así que... ¿ha cambiado algo en Irán? Es más ¿hubo alguna vez alguna posibilidad de cambio?

No hay comentarios:

Publicar un comentario