martes, 20 de abril de 2010

¿Noventa minuti en el Camp Nou son molto longos?

Aviso: No pienso hablar del árbitro. Sí, puede ser que haya dos penaltis no pitados... pero también ha pitado un fuera de juego que no era cuando Milito se quedaba solo, una falta en ataque a Eto'o que no era y podía haber expulsado a Messi tan tranquilo.

El Barça tiene que remontar después de un partido lamentable que mereció perder y tal vez por más. Messi ha desaparecido en combate, Ibra se ha ofuscado y Alves ha jugado su peor partido desde que viste la camiseta culé. Mourinho es un entrenador extraordinario, pero no ha ganado al Barça en la pizarra. Lo que ha matado al Barça ha sido sus imprecisiones en el centro del campo que propiciaban contraataques interistas. Excesivas prisas y demasiados pases erróneos. Continuos desajustes defensivos que Diego Milito ha aprovechado como un crack mundial que es. El Barça en ataque no ha hecho prácticamente nada hasta el tramo final y se ha encontrado un gol cuando las cosas empezaban a pintar ya muy mal. Y eso que el planteamiento del Inter, en principio, no era malo para el Barça. Mourinho ha decidido regalarle el balón a los azulgranas y echarse atrás, algo que suele ser mortal. Pero no sólo no se ha aprovechado sino que se ha regalado continuamente el balón en zonas tan peligrosa que es un milagro que el resultado no sea más abultado.

Pero el Barça no está muerto. Porque las remontadas épicas no son propiedad exclusivas del Real Madrid. Las dos últimas veces que el Barça ha perdido 3-1 en Champions ha remontado al calor del Camp Nou. En la 93/94 supero al dínamo por 1-4. Y el Chelsea volvió a con un 5-1 como recuerdo de su paso por Barcelona en la 99/00. El equipo cree en si mismo y sólo hay que ver los últimos 20 minutos, que de manera desordenada pero supurando orgullo por las orejas se ha venido arriba comandado por un Pique que ha cogido la bandera, la trompeta y el tambor y ha tirado del carro como un berraco hasta el punto de que casi marca un gol de largo inmerecido. Este equipo ya ha estado muerto otras veces, en Stamford Bridge o en el Mundial de Clubs, y siempre se ha levantado. Un 2-0 no es un resultado imposible, de hecho el partido de la liguilla acabó así. Ya que la final es en el Bernabéu, toca tomar prestado el Espíritu de Juanito.

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